El problema de copiar y llevar
¿Cuál es la respuesta correcta de un sitio web cuando alguien quiere copiar su contenido para pegarlo en algún otro lugar?
Copiar y pegar debe ser una de las actividades más naturales de quien usa un computador o celular para realizar tareas relacionadas con contenidos digitales. Consiste en seleccionar una frase o parte de un texto y ejecutar la acción que permite trasladar lo que ha encontrado hacia otro espacio.
En esa línea, ¿cuál debería ser la respuesta más adecuada del sitio web de un productor de contenidos ante esa actividad?
Hay que anotar al respecto que hay varios problemas a resolver, entre los que se cuenta la capacidad legal de cuidar la propiedad intelectual de quien publica. En Chile esto es abordado por la ley 17336, artículo 71B, que da derecho a la cita aunque con restricciones:
Artículo 71 B. Es lícita la inclusión en una obra, sin remunerar ni obtener autorización del titular, de fragmentos breves de obra protegida, que haya sido lícitamente divulgada, y su inclusión se realice a título de cita o con fines de crítica, ilustración, enseñanza e investigación, siempre que se mencione su fuente, título y autor.
Hay que recalcar que no porque exista la factibilidad técnica de realizar la acción, se debe entender que no hay problema en llevarla a cabo. De hecho, los modelos de inteligencia artificial han debido enfrentar este aspecto porque comenzaron copiando y pegando de la manera más inescrupulosa los contenidos de los medios de comunicación, para conseguir información de calidad y así entrenar sus sistemas. Sólo la arremetida judicial de diversos medios los obligaron a llegar a acuerdos, los que han sido cada vez más frecuentes a medida que pasan los meses.
Con todo esto a la vista, ¿cuál es la respuesta adecuada cuando es una persona la que quiere copiar y pegar? En aras de ofrecer una experiencia de usuario adecuada ¿debería permitirse sin restricciones?
Mirando lo que hacen los medios de comunicación locales, hay diversas formas. Para efectos de este artículo, aprovecho de reseñar dos, ambos del periodismo económico.
Chócale permite copiar pero en el contenido que te llevas hay una advertencia:
Si quieres utilizar este contenido, solo te pedimos citarnos junto a un link a esta página.
Por su parte el Diario Financiero tiene una mirada mucho más restrictiva para este tema, ya que impide la copia con un mensaje muy claro: si copias, nos perjudicas. Pero abre la puerta para licenciar el contenido:
Como se ve no hay una sola visión del tema y tengo la sensación de que la facilidad de distribución de contenidos que se inicia en la posibilidad de copiar y pegar, debe ser una herramienta disponible para quienes visitan un espacio, les interesa el contenido y quieren llevarlo hacia otros. Si eso no es posible de hacer, siempre será adecuado compartir la dirección, pero no dejo de pensar que habrá un eslabón menos en la cadena de confianza entre quien descubre algo interesante y lo muestra a los demás usando las capacidades digitales que ofrece la plataforma en que se publica.
La última demanda
Y para no dejar fuera lo último que ha pasado en este tema, dejo el enlace a lo que publica Nieman Lab sobre la demanda de Disney contra Midjourney, acerca de la copia de contenidos protegidos para entrenar un modelo que produce contenidos visuales.
El escrito entregado ante el Tribunal establece que la inteligencia artificial “fue entrenada con una gran cantidad de trabajos creados por estos estudios de Hollywood y ahora funciona como una máquina productora virtual que genera copias no autorizadas sin parar, de trabajos protegidos de Disney y Universal”. No sólo piden que se termine eso, sino que paguen por cada copia realizada. Hay millones y millones en juego.
¿Cómo va el libro?
Terminé el capítulo 6 de mi libro sobre creación de contenidos digitales, proceso que espero cerrar durante este mes de junio. Me tiene muy tranquilo llegar a la meta, así que con alegría veo que estamos en el camino. Ya habrá una primera versión para mirar y editar. No sabe cómo espero ese momento.